En el Forat de la Vergonya se viola la ley varias veces al día. Los jóvenes de minorías étnicas son acosados constantemente por la policía. Exigir que se ponga fin a esta práctica degradante y criminalizadora de la inmigración en general es defender la cohesión social y los derechos de los vecinos de nuestro barrio. De todos los vecinos. Los problemas y desafíos del vecindario requieren de políticas sociales activas mucho antes que intervenciones policiales estériles y perjudiciales para la convivencia. Seria incluso mucho mas barato que el gasto policíal. Los jóvenes retratados por Joan Tomás tienen la razón y el derecho de su parte cuando exigen “Stop Redadas, Stop Racismo”.
De momento las autoridades políticas del distrito han optado por censurar la palabra Redadas de la muestra bajo amenaza de desmontarla el mismo día. No parece que sea una actitud de escucha atenta y respetuosa. Queda esperar que el sonado debate que esta muestra ha ocasionado en el distrito lleve a ampliar los canales de comunicación y que se tomen medidas que garanticen los derechos de nuestros vecinos. El de libre circulación es uno de ellos.
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